Mi primer parto fue una inducción, intentamos tener un parto natural, pero al ser todo tan forzado acabó en cesárea. Nuestra peque, Elna, no quería salir.
El embarazo de Nausicaa tuvo lugar mientras me formaba como Doula, de modo que era mucha la información que me acompañó para poder valorar y gozar tanto de mi embarazo como de mi parto.
Este parto fue una lucha (de la que yo no fui consciente) entre el fluir y el control.
Con Nausicaa quería volver a intentar tener un parto natural en el hospital. Estaba en la semana 40 y empezaba a inquietarme el hecho de acercarnos a la 42 y tener que inducir otra vez. Buscaba información de todo tipo, por ejemplo sobre como la posición del o la bebé podían afectar al inicio del parto y me pasaba los días haciendo posturas para asegurar que estuviera bien colocada (pobre Nausicaa)
Yo sabía que tenía que dejar fluir, era ella la que decidiría cuando salir y yo no quería presionarla. Pero no podía evitar tener prisa, estar pendiente a cualquier señal que avecinara el inicio al parto. Era mucha la incomodidad que tenía y ya tenía ganas de encontrarme bien.
Semana 41, y aún nada... mi impaciencia y malestar cada vez iban a más ¿Dónde quedaba aquello de fluir? 41+3, lunes por la noche, empezaba a notar algunas contracciones molestas, irregulares. Es normal notar más las contracciones de noche ya que estamos más relajadas. Toda la noche la pasé con contracciones, pero irregulares y soportables, de modo que pensé que lo que estaba teniendo eran pródromos, contracciones irregulares que pueden durar unas horas pero luego cesan.
7:30h de la mañana, aún no paraban, duraban entre 30 seg y 1 minuto y las tenía aproximadamente cada 5min, pero yo seguía a lo mío. La teoría decía que si era capaz de hacer vida normal, no estaba de parto, que si tenía hambre, no estaba de parto, de modo que, siguiendo la teoría, yo no estaba de parto. Como fluía ¿eh? Teníamos que llevar a Elna a la escuelita, pero preferí que la llevaran sus abuelos (por fin me dejé llevar un poco por mi intuición) Yo era incapaz de acompañarla ya que me daban bastante a menudo y, aunque no eran muy dolorosas, si que me obligaban a parar. Tampoco quería que la acompañara su padre por si acaso me ponía de parto, aunque yo creía que eso era una remota posibilidad.
A Elna la advertí que quizá era el día en que se tenía que quedar con sus abuelos, pero cuando llegaron sus abuelos les dije que seguramente no estaba de parto ¡Vaya contradicción! Pero es que no quise que se hicieran ilusiones por que mi control me decía que no estaba de parto.
Pasé toda la mañana en casa con contracciones. Mi pareja
estaba arriba trabajando y yo estaba abajo transitando el oleaje. Bebía, comía (mi pareja me trajo unos donetes deliciosos) y entre contracción y contracción me los iba comiendo con gran satisfacción ¿Cómo iba a estar de parto si comía y hacía vida normal?
Al medio día decidí ir al hospital. Hacía mucho rato que no notaba movimientos y pensé que mejor ir a mirar aunque me enviaran a casa. Cogimos todos los bártulos por si se daba esa remota posibilidad de ponerme de parto.
Yo dije que venía por que no notaba a mi bebé y que tenía contracciones irregulares (aunque llevaba unas seis horas con contracciones cada 5-8 minutos y cada vez más intensas) pero yo seguía a lo mío, que no estaba de parto, de hecho, no avisamos ni a mis padres! Nos hicieron pasar a un box, me pidieron permiso para hacerme un tacto y mirar como iba todo, accedí y fue cuando me dijeron "muy bien, como estas de 5cm te prepararemos la sala de partos" ¿Como? ¿Pero estoy de parto y ya me quedo? Pues sí, estaba de parto y de 5cm. ¡Bravo por mi intuición!
A las 15h entraba en la sala, avisamos, ahora si, a toda la família. Los abuelos paternos estaban preavisados. Al llevar a Elna al cole iban preguntando, pero los abuelos maternos, ni se lo creían!
Una vez en la sala todo fluía. Para mi sorpresa allí me informaron que mi parto era considerado de riesgo medio-alto por haber tenido una cesárea anterior ¿En serio? ¿En 9 meses no habían tenido la oportunidad de decírmelo? Por tanto, tenía que estar monitorizada todo el parto y lo que es mejor (Véase la ironía) , no tenían los monitores inalámbricos... Parto en movimiento a tomar por cu... La verdad es que con lo fuerte que empezaban a ser las contracciones, mi cuerpo no me pedía moberme mucho. La matrona me acercó al lado de los monitores la pelota, silla y telas para que pudiera usarlas. Cada vez todo iba a más, más dolor, más intensidad... de las telas pasé a cuadrupedia en la cama, de cuadrupedia a tumbada de lado agarrándome a unas sabanas que habían atado a la cama...
Debían ser las 16:30 cuando las contracciones y mis gritos empezaron a cambiar. En este momento entró la comadrona ya que vió que el momento de los pujos había llegado. Yo no me dí cuenta, simplemente hacía lo que mi cuerpo me pedía, pero tenía una enemiga... mi mente.
Era super consciente de todo lo que estaba pasando, las veía que iban preparando el material, mi cabeza solo hacía que decirme "relájate y fluye, relájate y fluye, eso es lo que te han enseñado en tu formación de Doula..." pero ese era el problema. Quise seguir mi protocolo, mi idea de lo que tenía que ser un parto natural, pero no me dí cuenta que acabé racionalizando lo que mi cuerpo sentía, todo pasaba por mi mente, por mi necesidad de control, de saber en cada momento que estaba pasando y en que punto del parto estaba y ¿Como iba a ser capaz de soportar el dolor que me generaban esas contracciones si no me dejaba llevar?
Como todo ser consciente, tenemos miedo al dolor y ¿Qué hacemos ante el dolor? nos tensionamos y pues, así estaba pariendo yo. Tensa, con la adrenalina a tope, con miedo a ese dolor que estaba sintiendo, con miedo a no poder por que ¡dolía mucho! Así que por mucho que Nausicaa se esforzara en girar y bajar, yo no la dejaba, apretaba y no relajaba el canal para que ella pudiera salir.
Así pasamos como una hora y media o dos. Yo empujando, sufriendo, gritando, con menos de 1 minuto de descanso entre contracción y contracción, diciendo que no podía más, que ¡necesitaba dormir! sabiendo que algo no iba bien y que Nausicaa no estaba bajando. Yo ya empezaba a insinuar que quería la epidural, que esto iba para largo y no aguantaría, pero mi comadrona intentaba "animarme" diciendo "venga que si que puedes, si que esta bajando" aunque escuché como después, por lo bajini, le decía a la ginecóloga que no acababa de bajar (Demostración que una mujer sabe lo que le está sucediendo durante el parto y que no hace falta infantilizarla).
Entró la ginecóloga, me dijo que llevaba demasiado rato haciendo pujos, Nausicaa empezaba a sufrir y a mi me aumentaba el riesgo de rotura uterina por mi cesárea anterior. Intentó mirar por que Nausicaa no bajaba, pero me dolía demasiado, de modo que decidí que me pusieran ya por fin la epidural.
Este momento fue sin duda el peor y en el que más miedo pasé. Tengo mucho pavor a la epidural y por segunda vez me volvía a enfrentar a ella. Esta vez dijimos que queríamos que me la pinchara el o la anestesista oficial. Con Elna me la pinchó una residente y tuve la mala suerte que se me salió el catéter y me tuvieron que volver a pinchar. Como os decía, la epidural me da mucho respeto y me sentí más segura pidiendo que fuera la anestesista de guardia la que me pinchara y no el residente. Aunque era consciente de su profesionalidad, yo me sentía más tranquila (como veis, se pueden pedir este tipo de cosas ).
Como decía fue un momento muy duro, las contracciones no daban tregua, yo tenía que estar inmóvil, me pusieron en decúbito lateral, posición fetal. La comadrona encima (literalmente) de mis piernas para evitar que me moviera, mi pareja aguantándome la cabeza para mantenerme curvada y yo solo decía "¡corred que ahora no tengo contracción!" o "¡Corred que viene contracción!". Después de un rato eterno para mí, por fin me la pincharon. Todo fue bien, dosis perfecta para poder tener la sensación de la contracción pero no tener dolor.
Pudieron mirar por que Nausicaa no bajaba. Vieron que no acababa de girar. Me dijeron que con fórceps (más episiotomía) podrían ayudarla a hacer el giro y que después ya sería fácil.
Eran las 19h cuando me pusieron la epidural, a las 19:30 me hacía efecto, a las 19:45 nos poníamos manos a la obra.
- "Empuja", empujé.
- "Empuja otra vez"
- "Pero si no tengo contracción "dije
- "¡Tú empuja!
¿Porqué tanta prisa?
20h del día 8 de junio del 2021. Lo siguiente que escuché fue el llanto de Nausicaa. No me lo podía creer ¿Ya? ¿En dos pujos ya estaba fuera?
Si, ya la tenía. Todo había sido tan rápido. Pasamos de un "no baja" a en dos pujos ya estaba fuera. No pude gozar de su salida, siento que no respetaron su ritmo...
Enseguida me la pusieron encima y ella, lo primero que hizo fue mirarme fijamente con unos ojos enormes... Que sensación. La dejé encima de mi pecho para que hiciera agarre espontáneo al pecho y así fue. Con unos ojos bien abiertos, bien despiertos, buscó hasta que encontró el pecho y allí se quedó.
¿Os habéis fijado como en mi brazo hay restos de la bolsa amniótica?
Estuvo a punto de nacer con la bolsa intacta, maravilloso. La bolsa fue lo primero que asomó, la toqué. Mi comadrona me dijo que al no bajar, si rompíamos la bolsa quizá bajaría. No bajó.
Después de todo me quedaron muchos interrogantes
¿Y si no hubiéramos roto la bolsa? ¿Quizá habría bajado? Y si una vez con la epidural puesta, ya relajada, sin ese dolor ni tensión ¿habría girado ella sola? Y si después de la epidural, que yo estaba tranquila me hubieran dejado empujar ¿habría nacido sin ayuda de fórceps ni de episotomía?
Estoy muy feliz de haber conseguido un parto vaginal después de una cesárea, estoy super feliz por haberme puesto sola de parto y que Nausicaa escogiera cuando nacer, pero no estoy contenta con el trato que se me dió.
Hubieron momentos en que se me infantilizó, como por ejemplo cuando me decían que si que bajaba cuando no era verdad, o no querer pincharme la epidural cuando la pedía. Una vez intervino la ginecóloga, no se me dieron opciones para intentar intervenir lo mínimo. Una vez con la epidural puesta solo me dieron la opción de fórceps, episiotomía y a estirar (me dio la sensación que la forzaron a salir). Les pedí un pinzamiento tardío del cordón, pero me hicieron un alumbramiento dirigido y pinzaron cuando ellas creyeron, aunque me dijeron que "si si, lo hemos dejado latir..."
Con esto quiero decir que, aunque este parto estaba más cerca de parecerse al parto natural que deseaba, lo viví peor que la inducción de Elna ¿Por que?
Por qué en el parto de Elna se respetaron en todo momento mis deseos y todo se me consultó. En este parto, se me infantilizó, se me engañó y me intervinieron sin darme más opciones y sin explicarme si tenía o no más opciones.
Esto hace que para siempre me quede una espinita clavada y las dudas de ¿Y si...? El parto es un momento muy sensible en una mujer, con poco, se puede hacer mucho daño emocional. Por esto es tan importante informar, respetar y escuchar a esas mujeres sabias que estan de parto.
Toda mujer sabe parir y todo bebé sabe nacer.
¿Te apetece compartir como fue tu parto? ¿Cómo te sentiste?
¡Gracias por leerme!
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